
“El término prolapso se refiere al descenso de un órgano; en el caso de las vísceras de la pelvis el prolapso genital hace referencia al descenso de cualquiera de ellos, por ejemplo de la vejiga, del útero o el recto”.
Según el grado de descenso de estas vísceras se definen varios estadíos.
En los grados 1 y 2 el papel del kinesiólogo especialista en suelo pélvico es decisivo, ya que es en estos dos primeros estadíos en los cuales podemos reducir el grado de descenso de la víscera afectada. Los grados 3 y 4 sólo se corrigen quirúrgicamente, pero también se hace indispensable el trabajo kinésico tanto previo a la cirugía, para mantener en las mejores condiciones la musculatura del suelo pélvico, como después de la cirugía con el fin de recuperarla de las secuelas de ésta y reducir la inflamación de los tejidos adyacentes afectados.
La posición correcta de las vísceras pélvicas cuando estamos de pie, depende del grado de apoyo que le ofrezcan los músculos del suelo pélvico; sobre todo a nivel del centro tendinoso del periné (lugar donde se insertan todas estas estructuras).
Sintomatología
Los problemas de la estática pélvica en la mujer incluyen numerosos síntomas: la incontinencia urinaria, incontinencia anal, las dificultades miccionales (o la disuria), las dificultades al defecar (o el estreñimiento terminal) y problemas en la sexualidad.
No es extraño que varios de estos síntomas coexistan en una misma paciente o se desarrollen con el tiempo.
Además, numerosos estudios han demostrado que el tratamiento quirúrgico de alguno de ellos puede mejorar, agravar o incluso predisponer la aparición de otro.

Si por un lado, los síntomas urinarios son generalmente bien explorados durante el abordaje inicial, urológico y/o ginecológico, los problemas ano-rectales son, frecuentemente descuidados. Por este motivo y teniendo en cuenta que el 25% de los pacientes que consultan por un prolapso genito-urinario sufre estreñimiento terminal y un 33% sufre incontinencia anal, se hace indispensable el trabajo multidisciplinar.
Kinesioterapia perineal
El tratamiento conservador del prolapso incluye cualquier técnica terapéutica que no esté incluida en el tratamiento farmacológico o quirúrgico.
Consiste fundamentalmente en las modificaciones de los hábitos de vida y consejos de higiene postural, además de los programas de entrenamiento de los músculos del suelo pélvico y todos los que influyen en su correcto funcionamiento (diafragma torácico, esfera abdomino-pélvica).
Requisitos: Derivación médica