Teniendo en cuenta nuestro ritmo de vida, nuestros hábitos alimenticios, o la falta de tiempo…; lo más frecuente es que todos padezcamos algún tipo de estreñimiento leve (menos de una evacuación diaria).
Existe una gran variedad de supuestas soluciones a nuestro alcance, como infusiones (en principio inocuas), complementos de fibra en distintos productos y, por supuesto, los clásicos remedios caseros. Lo cierto es que no son la mejor solución, porque hacen que dependamos de ellos para poder funcionar normalmente.
Lo más recomendable, en casos de estreñimiento leve, es ayudar a que nuestro cuerpo se autorregule por sí mismo; dedicándole tiempo a cada una de sus necesidades, reeducando nuestros hábitos diarios, los hábitos posturales y, por supuesto, los alimenticios.
Cuando este estreñimiento se agrava nos encontramos ante una patología, y, en este caso, requiere de un tratamiento más completo.
“De este modo, consideramos el estreñimiento como un desorden digestivo que corresponde a una insatisfacción durante la defecación, que puede ser debida a que las evacuaciones sean poco frecuentes ( menos de tres veces por semana), a que haya dificultad para evacuar, o a ambas.”
Las dificultades para evacuar comprenden: esfuerzos de empuje, sensación de obstáculo al paso de las heces, sensación de evacuación incompleta, emisión de heces duras, tiempo de evacuación anormalmente prolongado o utilización de maniobras digitales.
Tratamiento kinésico conservador
Específicamente, la reeducación pelviperineal consistirá en la recuperación de la sensibilidad rectal, la normalización del tono de los músculos empleados en la evacuación y la reeducación y aprendizaje de las maniobras evacuatorias.
Se complementa con medidas higiénico-dietéticas como el control de la alimentación, el control de la ingesta de líquidos, o el control de los laxantes. Además de las recomendaciones en cuanto a actividad física se refiere, el horario de evacuación…. Etc.
Requisitos: Derivación médica